Despiden a "La Tuna" Hernandez

Jorge Luis Lechuga - Prensa Venados
13 de Septiembre del 2012

Una gran despedida

Mazatlán, Sinaloa. 13 de Septiembre de 2012.- Será recordado siempre como un gran lanzador mexicano, un hombre que luchó en contra de las adversidades ganándose el respeto y cariño de quienes lo conocieron dentro y fuera del terreno de juego, además de una gran cantidad de logros en el béisbol mexicano, Martín Hernández, mejor conocido como “La Tuna”, fue despedido este jueves en el lugar que siempre deseó estar, el diamante de un estadio de béisbol, en este caso, su casa el Estadio Teodoro Mariscal. 

El Club de Béisbol Venados de Mazatlán, rindió un merecido homenaje de cuerpo presente al lanzador mazatleco fallecido desafortunadamente el día de ayer en esta ciudad, acompañado por su apreciable familia, excompañeros de equipo, amigos y familiares que se congregaron en  terreno de juego de la casa de los Venados, para darle el último adiós al gran beisbolista, padre, familiar, pero sobre todo, gran amigo. 

Nacido en La Tuna, Sinaloa, Martín Hernández lanzó para la organización de los Venados de Mazatlán a mediados de la década de los ochenta; en la temporada 1985-86 ganó la nominación como Novato del año en la LMP, título que en gran medida le permitió llegar a los Piratas de Pittsburgh. 

Martín Hernández comenzó su exitosa carrera en el beisbol jugando en la Liga Instruccional Sinaloa-Nayarit, después lo hizo en la Campesina de Primera Fuerza, enseguida asistió a un tryout que realizaba la Academia de Pastejé Alejo Peralta, hasta convertirse en profesional debutando con los Diablos Rojos de México. 

Después de Mazatlán, vistió las franelas de los Tomateros de Culiacán, Águilas de Mexicali, Mayos de Navojoa y Algodoneros de Guasave en la Liga Mexicana del Pacífico. 

Desafortunadamente a mediados del año pasado, le fue diagnosticada una lamentable enfermedad, que finalmente le costó la vida este miércoles 12 de septiembre. 

El apoyo de su familia fue parte fundamental en esta última etapa de su vida, su esposa Maribel de Hernández y sus hijas, siempre estuvieron apoyándolo hasta el último momento. 

Durante su emotiva despedida en el TM, los jugadores del Club Venados, así como sus directivos y cuerpo técnico montaron guardias de honor en torno a su féretro, para finalmente darle el último adiós montando una valla desde la loma de picheo, hasta el jardín central, despedido por una gran cantidad de aplausos que le merecieron los asistentes a la emotiva ceremonia. 

Se va un gran lanzador del béisbol mexicano, pero su recuerdo vivirá siempre en el estadio y con la afición que le vio nacer como pelotero profesional. 

Descanse en Paz.