Década de los 60s, 2 banderines para Diablos Rojos

Rolitas
La década de los 60s, deja dos banderines más

*Tomás Herrera manager triunfador

*Tigres el gran rival capitalino

*Diablos vence a los Yankees de Nueva de Nueva York

Por Alejandro León Cázares
 

Rola de Botes Altos.—Los años sesenta dejaron amplia huella en la historia de los Diablos Rojos del México y la Liga Mexicana. Nuestro beisbol deja un poco de ser romántico, para convertirse más en negocio. Una de las primeras proezas escarlata se da el 8 de mayo del 60 cuando los Pingos cañonean siete cuadrangulares en un juego.

La característica del equipo desde su nacimiento ha sido tener un line-up plagado de estrellas y de pronto ver que Alfred Pinkston, Ernesto “Natas” García, dispararon dos jonrones cada uno, y uno por cabeza de Humberto “pajarito” Guerrero, (hermano de Zacatillo), Manuel Antonio Diaz “Copa Castillo” y el pitcher zurdo Rafael Rivas pegaron batazos de vuelta entera, nos hace ver la diferencia de toda una época en la que hasta los lanzadores la echaban fuera del parque y el actual beisbol, donde los pitchers ya ni batean.

Por su parte los Tigres capitalinos ya estaban en plena mexicanización, lo cual hizo crecer la afición felina. Idea de don Alejo Peralta , secundada por Guillermo Garibay y Luis “ Chito” García, que por un lado abarataban un poco la nómina, y daban fuerza al slogan de que lo hecho en México está bien hecho.

El gran ídolo mexicano de Grandes Ligas, Roberto “Beto” Ávila, jugó en ese 1960, su última temporada en Liga Mexicana, y todavía levantó ámpula con su garra acostumbrada para jugar , al hacer un pisa y corre de segunda a home.

Mientras que por las filas escarlata desfilaban peloteros de gran categoría como Pinkston, Karl Drews, Tony Washington, René Friol, Herminio Cortés, y mexicanos de la talla de Felipe Montemayor, Eduardo Escalante y Mauro Ramírez “La bailarina”, quien sería descubridor del mayor talento bateador mexicano, Héctor Espino.

Los Tigres mostraban el cuadro del Millón integrado por Rubén Esquivias, Arnoldo “Kiko” Castro, Fernando “Pulpo” Remes y Armando Murillo. Con receptores de la talla de Eloy Gutiérrez y Gregorio Luque. Por cierto que Fernando Remes entraría al Salón de la Fama de inmediato si se hiciera una encuesta entre el público, ya que el llamado “Pulpo” siempre fue y ha sido un favorito de los aficionados.

Rola Untada al Terreno.—El año de 1961, trajo dos extraordinarias contrataciones de los Diablos, si bien perdieron los servicios del tremendo Al Pinkston trajeron a las filas escarlata al jugador mexicano más completo de todos los tiempos Miguel Fernández “Becerril” y al sensacional antesalista Leo Rodríguez, quien jugó las paradas cortas y resultó el mejor de la Liga y al año siguiente en tercera base también fue el mejor del circuito. Se unieron también los lanzadores Alberto Joachin, quien a la postre se convertiría en un super buscador de talento. El equipo fue manejado por el cubano Wilfredo Calviño. Por cierto que Calviño no terminó la campaña, pues fue dado de baja por la directiva cuando al ser abucheado por algunos aficionados, se puso al tú por tú con ellos y tuvieron que traer a Manuel “Shorty” Arroyo al rescate.

En 1963 tomo las riendas del equipo Tomás Herrera, veterano de la guerra de Corea, que tenía fama de imponer tremenda disciplina y logró llevarlos al gallardete en 1964 y 1968, Como cereza del pastel venció a los Yankees de Nueva York en 1968.

Para el banderín de 64, los Diablos contaron con el pitcheo de Alfredo Ortiz, Aaron Flores, Ramón Arano, vencedor de los Yankees, Alberto Joachín, Mario “Toche” Pelaez, Rafael Fabela, Julio Cesar Imbert, y Silverio Pérez. Los toletes de William Berzunza, Agustín Enriquez, David García, Harry “Petacas” Simpson, Andrés “Aveztruz “ Rivera, Rodolfo “Rudy” Sandoval, Wilfredo Arano, que fueron apoyados por Leo Rodríguez y Miguel Fernández. Seguiremos en el próximo rolitas.


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