El Beisbol profesional de México y Alejo Peralta

Todo absolutamente todo cambia en esta vida y la materia no se pierde, solamente se transforma, como ha sucedido con el equipo de los Tigres, que luego de perder su identidad de equipo capitalino, ahora ya perdieron la tradición con que fueran conocidos en el ambiente deportivo, como los Tigres de Alejo Peralta.

Alejo Peralta, el magnate mexicano que había logrado cubrir la ausencia de los Azules del Veracruz de Jorge Pasquel, ahora pierde la franquicia que dejara en manos de su hijo Carlos Peralta, al desaparecer a finales del siglo pasado, un 8 de abril de 1997.

Su vástago Carlos anunció en la convención de beisbol del año 2009, que el equipo estaba en venta, desapareciendo el apellido Peralta del mundo del beisbol profesional.

El equipo felino respondió a pesar de que lo trajeron de la ceca a la meca, primero en Puebla y luego en Quintana Roo, a pesar de dejar aficionados en todas las plazas en que jugaba, como un equipo emblemático de los aficionados jóvenes al beisbol. El equipo que nació campeón en 1955, como pregonaba orgulloso el viejo Tigre de Tepeaca de apellidos Peralta y Diaz Ceballos, quien dejó como herencia el organizar a la Liga Mexicana como socio de la Asociación Nacional de beisbol de los Estados Unidos. Quitándole de paso el membrete de “liga pirata”.

Alejo querido por algunos y odiado por otros ayudó al beisbol mexicano con sus Tigres mexicanísimos, y sus escuelas de beisbol, que arrancó en 1955 como escuela de beisbol del Seguro Social, precursora de la Academia de Pastejé y de la actual universidad del beisbol de Monterrey, que por cierto lleva el nombre del empresario poblano.

Los Tigres lograron el banderín en 1997, inspirados sin duda en el espíritu de lucha que les dejó Alejo Peralta, y se apuntaron también los banderines de la temporada 2000, y 2001 y el de 2005, ya en Puebla, campeonatos logrados gracias al empuje de Cuauhtémoc “Chito” Rodríguez y su personal de oficina, buscadores de talento y desarrollo de los mismos.

Ahora los nuevos dueños del equipo podrán inclusive cambiarle el nombre o dejarlo, pero lo cierto es que ya desaparecieron el apellido Peralta, como también pasó a la historia el parque del Seguro Social, el periódico La Afición y muchas valiosas personalidades que le dieron lustre al beisbol mexicano.

Lloraran Luis “Chito” García, Fernando Remes, Tomás Morales y muchos más que vivieron las victorias de los Tigres. Se abren las esperanzas y posibilidades de personajes como Juan Manuel Ley, que siempre anheló un equipo en la capital mexicana. Hasta podría ponerles Tomateros o Tigres de Culiacán. Pero lo realizado por Alejo Peralta ahí queda para la historia de nuestro beisbol.
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