Honus Wagner, "El Holandés Volador"

Honus Wagner

“El Holandés Volador…”

Jesús Alberto Rubio
beisrubio@gmail.com
 


Reciente, gocé la película que habla sobre la Serie Mundial de 1909 entre Detroit y Pittsburgh –The winning season– , donde se hace especial referencia a la grandeza de Honus Wagner, y la verdad la historia me sensibilizó alrededor del personaje y obviamente motivó a iniciar una investigación sobre su vida.

Se llamó John Peter Wagner, pero en el béisbol fue conocido como Honus Wagner… nació el 24 Febrero de 1874 en Chartiers, PA., en el seno de una familia de inmigrantes bávaros. Su madre le llamó Johannes, que fue acortado eventualmente a Hans y después se desarrolló a Honus.

Tras escapar de las minas de carbón de Pennsylvania, se le considera el jugador más dominante de su era y el más versátil de la historia del béisbol, convirtiéndose en toda una leyenda. Su padre era minero de carbón e introdujo a esa actividad a todos sus hijos, incluyendo a Honus, pero Hans desde niño aprendió a jugar béisbol.

El mánager John McGraw, dijo de él: “Creo que él habría podido ser el jugador No. 1 en cualquier posición”.

Wagner tuvo una estatura física de 5.11 pies (1.80.34 metros) con un peso de 200 libras (90 kilos), algo ordinario para los estándares de hoy pero no para aquellos días… y al igual que Ray “Mamerto” Dandridge, con piernas arqueadas y brazos colgando tan bajo a la tierra que hizo decir a “Lefty” Gómez comentar que “podía atar sus zapatos sin tener que agacharse”.

En su carrera de 21 años, Wagner ganó ocho títulos de bateo para el nuevo récord de la Liga Nacional y que comparte en el tiempo con Tony Gwynn, de los Padres de San Diego.

Honus pegó .300 o más en 17 temporadas consecutivas, incluyendo siete veces con por lo menos .350, terminando su carrera con un de .329.

Fue el segundo pelotero después de Cap Anson en alcanzar los 3 mil hits y su total de 3.430 es séptimo absoluto. Sus 252 triples son un récord del viejo circuito y tercero en Ligas Mayores. En ocho veces fue líder de dobles en la liga, acumulando 651.

Durante una era cuando era la norma batear de 2-1, 3-1 y 3-2 por juego, Wagner conectó nueve veces por lo menos 100 hits, ganando además los títulos de producidas en cuatro campañas.

Fue también cinco veces líder en bases robadas, con cifra máxima de 61, terminando con 722.

Junto con Cobb, Babe Ruth, Christy Mathewson y Walter Johnson, en 1936 fue parte de los primeros en la historia de Cooperstown en ganarse un nicho de oro en el Salón de la Fama inaugurado el 12 de junio de 1939.

Su tarjeta millonaria

No sólo era Wagner un gran jugador; su tarjeta de béisbol producida por Piedmont Tobacco, también era extremadamente valiosa, veamos de qué se trata:

La razón del precio alto elevado era que Wagner en 1909 se opuso a la tarjeta y exigió que fuera retirada del mercado porque influía negativamente en los niños y jóvenes por la promoción que hacían del tabaco.

Honus ordenó a la American Tobacco Company que retirara su imagen de las tarjetas de los cigarrillos Sweet Caporal, porque temía que influyera demasiado. La medida hizo que la tarjeta se convirtiera en la más valiosa de todos los tiempos.

Y es que los chiquillos invertían todo su dinero en comprar paquetes de Sweet Caporal ¡con la esperanza de conseguir una tarjetita de Wagner! A la fecha, sólo se conoce de la existencia de doce de esas famosas tarjetas.

La nieta de Wagner, Leslie Blair, dice que el razonamiento de su abuelo no tenía ninguna objeción respecto al tabaco ya que gozaba de los cigarros y lo masticaba en los juegos, pero nunca deseó que niños y jóvenes lo compraran influidos por su imagen.

En 1991, la tarjeta fue comprada por la estrella Wayne Gretzky del hockey y el dueño Bruce McNall de los Reyes de Los Ángeles para $493.000 en la subasta.

Más tarde, en julio de 2000, la tarjeta de béisbol de Wagner fue vendida a un hombre de California para $1.265 millones de registro.

Recientemente, según Juan Vené en una de sus columnas, escribió al respecto: “¿Se imaginan, valorar la simple barajita con la figura de Honus Wagner en dos millones 300 mil dólares?... Y eso es nada. Lo más rimbombante es que el propietario, Brian Siegen, un coleccionista de California, no vende su tesoro”.

Esta tira fue encontrada originalmente hace muchos años en el ático de la vieja casa de Honus Wagner entre varios efectos personales - incluyendo correspondencia y uniformes. De hecho, fue encontrado literalmente en el bolsillo de uno de los uniformes del coche de Honus. Era tan indudablemente propia tarjeta de Wagner de Wagner!” - Ceresi franco

Estuvo en Hermosillo

A partir la 1933 a 1951, Wagner era instructor general para los Piratas y era un favorito de los jugadores. Poco antes su muerte a la edad de 81 (6 de diciembre de 1955, en Carnegie, PA.), erigieron una estatua en su honor en el parque de Schenley y cuando se construyó el Forbes Field de Pittsburgh, trasladada frente a la entrada principal del nuevo e histórico escenario.

La afición de Hermosillo de los 40´s, tuvo el privilegio de conocerlo cuando el 31 de marzo de 1940 los Piratas y Atléticos de Filadelfia jugaron en “La Casa del Pueblo” y él venía como coach. En ese partido también se vieron a Frank Frisch, Eddie Collins, Al Simmons, al legendario Connie Mack y Arky Vaughan, entre otras estrellas de ese tiempo.

“El Holandés Volador”

De su trayectoria, claro que hay mucho más que contarle, tan sólo le adelanto que era un excelente robador de bases…¡y del plato!; por mientras, el historiador de los inicios del béisbol en México, César González, me dice de Honus:

Estimado Lic. Rubio: Sobre el apodo de Honus Wagner. Era “El Holandés Volador” (“The Flying Dutchman”.

Wagner tenía ascendencia bávara, pues sus padres eran inmigrantes alemanes y el apodo le venía por su velocidad, y "The flying Dutchman" era una referencia al nombre de un barco fantasma en una opera de Richard Wagner.

Según lo que encontré antes la gente americana solía confundir o, más bien, ni se preocupaba en distinguir un holandés de un alemán. De ahí, el mote. Y sí: Tremendo pelotero. He leído cosas impresionantes sobre él. El anti Ty Cobb. Cuentan que cuando Cobb visitó Cuba en 1910, alguien le presentó al tremendo pelotero de color John Henry “Pop” Lloyd, diciéndole a Cobb que Lloyd estaba considerado el “Ty Cobb negro”. Cobb se negó a darle la mano a Lloyd.

A Lloyd también le decían el “Honus Wagner negro”. Cuando le dijeron a Wagner sobre la existencia, la calidad y la comparación con Lloyd, Wagner se sintió tan halagado que dijo que él mismo debía ser llamado el “Pop” Lloyd blanco. Impresionante, ¿no? Esto me parece maravilloso. Además, creo que no hay que dejar el romanticismo en el béisbol por ningún motivo.

Hasta cierto punto a nuestro béisbol le ha faltado eso. Forjar leyendas y cultivarlas. Siempre se consideró a Cobb mejor que Wagner, aunque las estadísticas no lo prueben por completo. Sin embargo, la calidad humana de Wagner siempre estuvo presente en al mente del aficionado, y cuando uno piensa en Wagner hoy en día, lo imagina como una persona noble y leal. Y a Cobb, sin ser del todo cierto, lo conocemos como racista, salvaje, iracundo, etc. Porque eso es lo que se nos ha enseñado de ellos.

Hay algunos muy buenos libros sobre Wagner. No se si ya los conozca, ambos son en inglés: Honus Wagner: The Life of Baseball's "Flying Dutchman" de Arthur Hittner. Un librazo. Ganó el premio más importante que hay en Estados Unidos sobre investigación histórica del beisbol. Analiza la personalidad de Wagner basandose en documentos personales, cartas íntimas. Y por supuesto, aborda la carrera de Wagner de manera profunda.

Otro libro bien investigado es Honus Wagner: A Biography de Jeanne de Valeria. Y la ultima, que acaba de salir hace unos meses Honus Wagner: On His Life & Baseball escrita por el Dr. William Cobb (pariente lejano de Ty Cobb) que también tiene muy buenas críticas.

Yo soy un apasionado de la lectura de béisbol. Es otra de las cosas que hacen falta en nuestro país. Literatura de béisbol. Me gustaría poder escribir un libro sobre los orígenes del beisbol en nuestro país. Y también preparo una biografía de Martín Dihigo. En eso trabajo. Espero puedan cristalizarse. Cualquier cosa, estoy a la orden. Es un gusto poder siempre colaborar con usted. Un abrazo, César..