Asdrúbal Baró

 Al Bat

Asdrúbal Baró

 * “Si volviese a nacer sería pelotero nuevamente porque el béisbol es mi vida”, expresó una vez Alberto Asdrúbal Baró Hernández. 

Jesús Alberto Rubio

beisrubio@gmail.com 

Asdrúbal Baró festejó en grande el natalicio  99 de Conrado Marrero, el gran “Guajiro, leyenda viviente del beisbol cubano…. y del mundo. 

Imagínese qué encuentro, ahí en el hogar de Marrero, en La Habana. 

¿Pero quién es este insigne Asdrúbal, quien nació en el poblado de Mayarí, actual provincia de Holguín, el 21 de noviembre de 1926? 

Para empezar, debo decirle que en su glorioso tiempo impactó por ser un recio toletero, jardinero central por excelencia y se caracterizó por ser un bateador por demás oportuno. 

En Baró hay una riquísima historia de béisbol que vale la pena conocer y compartirla con usted. 

Y para no irnos a otros escenarios, allende la frontera, ubiquémonos en 1960 cuando llegó al querido Aguila de Veracruz: 

El antillano en 1960 se enfundó en la gloriosa casaca al igual que Witremundo  “Witty” Quintana y los lanzadores Silvio Castellanos, el jarocho Pedro Montané, Rodolfo “Mulo” Alvarado y el venezolano Julio Ladera. Ese vez promedió .303. 

Pero fue la temporada de 1961 cuando registró su mayor gloria en la pelota mexicana al ayudar al equipo veracruzano a la conquista de su cuarto banderín de su historia dirigido por Santos Amaro. 

Es imposible dejar a un lado aquel doble cambio previo a la campaña entre el Aguila y los Diablos Rojos: Miguel “Becerril” Fernández y el boricua José García pasaron a los Pingos a cambio de Ernesto “Natas” García y el gran Al Pinkston, quien tras ser campeón bat dos años seguidos con los luciferes, ¡volvió a agenciarse otro par de títulos con los porteños”. 

Aquel 1961 Asdrúbal Baró bateó .348, convirtiéndose en todo un ídolo de la fanaticada jarocha que le tomó gran cariño por su forma de ser y jugar dentro y fuera del terreno de juego. (Cuando yo llegué al puerto el 74, en verdad mucha gente/aficionados lo recordaban con gran aprecio).  

Lo mismo sucedió con Pinkston que le pegó a la canica para ser el gran líder del circuito con .374 además de impulsar 144 carreras y conectar 225 hits (Un año antes pegó ¡.397!), así como “Witty” Quintana, quien fue el campeón de cuadrangulares con 23. 

Ese año llegaron al equipo Ronnie Camacho, antes de pasar a media temporada a los Diablos, así como Felipe Montemayor y Ramiro Caballero. 

También ayudaron al título Miguel “Pilo” Gaspar, William Berzunza, Pablo Bernard, Mario Ariosa, Mario Luna, Juan de Dios Villarreal y Felipe Hernández Esquivel. 

El pitcheo Rojo lo encabezó Ramón Arano (11-3 y 3.72/ campeón en ganados y perdidos) y Silvio Castellanos, al ser el mejor de la liga en efectividad (3.24) y en ponches (122).  

También contribuyeron Williams de Jesús (11-8), Lino Donoso (10-6), Silvio Castellanos (14-14), Rodolfo Álvaro (11-6), Guillermo López, Aubrey Grigsbi, Pablo Montes de Oca (Novato del Año por su 6-3 y 4.37); Lázaro Uscanga, Guillermo Vázquez, Julián Ladera y Pedro Montané. 

Asdrúbal Baró siguió en el puerto dos años más (.312 y .301) y para el 64 ya no volvió al Aguila al retornar a Cuba y pronto comenzar a contribuir con su experiencia y conocimientos al engrandecimiento del béisbol isleño como entrenador y mánager en las series nacionales de béisbol. 

Su trayectoria 

Asdrúbal debutó en 1945 con  Caimanera, de la Liga Amateur de Oriente y el 47 ingresó a Liga de Pedro Betancourt con el Club Jalsia, desde donde se trasladó al conjunto Matanzas, de la Liga Central de Santa Clara, en la que fue campeón bat  promediando sobre los .400. 

Llegó el 51 a la pelota profesional con el Almendares, de donde saltó a al campo de entrenamiento de los Dodgers en Vero Beach y de ahí al Santa Bárbara, sucursal del Brooklyn (triple A). 

En 1953 jugó con el Miami Sun Sox y fue parte del equipo  Todos-Estrellas de la Liga de la Florida. Un año después, sería un integrante de los Cuban Sugar Kings, escuadra en la que militó hasta 1958. También jugó con los Cubans (triple A). 

En Series del Caribe 

Asdrúbal militó con el Almendares en 1953, y ya en febrero de 1954 dirigido por Bobby Bragan participó con ese equipo en la VI Serie del Caribe, celebrada en Caguas, Puerto Rico donde el equipo anfitrión fue campeón bajo el mando de Mickey Owen. Almendares fue segundo. 

Tuvo a su lado a luminarias como “Witty” Quintana, Héctor Rodríguez, Conrado Marrero, Julio Bécquer, Willie Miranda, Ángel Scull y Oscar Sardiñas, entre otros.

En la serie del 58 efectuada en el parque Sixto Escobar de  San Juan, Puerto Rico, y viendo acción con los Tigres de  Marianao, fueron los campeones. Napoleón Reyes se convirtió en ese año en el único en la historia de los clásicos en lograr dos banderines consecutivos.

En ese team brillaron tipos como los lanzadores Bob Shaw, Mike Fornieles, Pedro Ramos (refuerzo/2-1); Bill Werle, Rodolfo Arias, Enrique Moroto, Vicente López y Raúl Oliva.

También el receptor Rene Friol; 
 Bécquer (1B), Casey Wise (2B), Milton Smith (3B), José Valdivieso (SS), Witty Quintana, Juanito Izaguirre (jugador-coach), Martin Rosell, así como los jardineros Solly Drake, Orestes “Minnie” Miñoso, Juan “Cachano” Delís, Orlando Leroux…. y  Asdrúbal Baró.

Dos años más tarde, en 1959, se trasladó al Club Habana, con el que rindió notables actuaciones hasta la erradicación del profesionalismo en la isla en 1961.  

Así, en plenitud de facultades llegó a la Liga Mexicana, primero con Laredo y Poza Rica (campeón con Luis “Camaleón” García de timón) para batear en esa campaña .332 para empezar una brillantísima carrera siempre bateando sobre la cifra mágica. 

Sus números totales en cinco años, fueron de muy alta calidad: .321 con 104 dobles, 20 triples, 41 jonrones y .302 impulsadas, con .457 de slugging….algo excelente. 

Conoció a Asdrúbal 

Se reporta el colega historiador Carlos Castillo, desde Mérida, y nos dice: 

“Jesús, estuve en 2005 en el "Capitán San Luis", casa de los "Pinareños" (Pinar del Río) donde fui presentado con Asdrúbal Baró e intercambiamos recuerdos, porque él formó parte de los primeros "Sugar Kings" que hicieron su entrenamiento en Mérida en 1954 y luego se enfrentaron a los "Alas Rojas" de Rochester en esta misma ciudad. 

Fui invitado a ser anotador oficial de los encuentros interescuadras todas las mañanas.  

Y en 2006 volví a coincidir con Asdrúbal en la Habana. 

Mira: 

El historiador habanero Ismael Sené me invitó a concurrir a un bar llamado "La Locura Azul" en Paseo del Prado esquina con Remedios a deleitarnos con el documental del Campeonato Mundial de Beisbol y que nos presentó un americano de apellido Bjarkman, autor del libro "Smoke" sobre la historia del beisbol cubano y que en Octubre de ese 2006 saldría a la luz pública pero del cual no tuve interés pues apenas hablo español.  

En ambas ocasiones platiqué largo y tendido con Asdrúbal quién me recordó que había jugado con los "Piratas" de Campeche en la desaparecida Liga del Sureste (Su último año en México/1964).  

Ya los años vencen a Asdrúbal, pero mantiene su lucidez y alegría. Como he dicho, los hechos pasan, los recuerdos quedan. 

Ronnie y Asdrúbal 

Ronaldo “Ronnie” Camacho, también lo ubica con gran aprecio en el tiempo: 

“Un jugador extremadamente serio, muy decente en el trato, no se metía con nadie y ¡era un tremendo bateador! 

Llegó a la Liga Mexicana en plenas facultades y cuando cayó en Veracruz, el inolvidable ingeniero Carlos Rubio construía al Aguila que iba a ser el subcampeón del 60, campeón del 61 y de nuevo subcampeón del 62. 

Con los Rojos siempre bateó arriba de los trescientos y cautivó al exigente público de Veracruz.  

Era el tercer bat de los aguiluchos y en el centro fielder, nadie lo igualó. 

Recuerdo mucho esto que me pasó en el Parque Deportivo Veracruzano, relacionado con este caballeroso cubano: 

Una noche lanzaba Elías Osorio contra nosotros, los Pericos de Puebla y en mi primer turno al bat le di sólido a la bola entre right center; fue una línea dura que atrapó Asdrúbal casi cayéndose. 

Ese fue mi primer batazo de los cuatro que me atrapó ésa noche, que por cierto yo me sentía muy fuerte antes del juego y presagiaba una noche completa con el bat, como se dice en el argot venía “encendido”, pero no había tenido suerte y menos con ese hombre allá en la pradera central.  

En mi último turno al bat, ya la gente estaba metiéndose conmigo muy fuerte y me gritaban muchas cosas hirientes. 

Perdíamos 4-3 y llegué al jom con un hombre en primera base con dos outs y en la última entrada; una situación nada edificante para mí, pues ya tenía de 3-0 y los mismos batazos hacia el centro. 

Lo que menos quería ahora era batear para aquel rumbo. Entonces vino el lanzamiento y allá fue la bola levantando altura.  

Ahora sí, pensé, aquí empato el juego y cuando menos llego a tercera. Le había dado entre right y center fielder, pero de pronto, ¡¡¡!.....Baró...!!! de nuevo, ahí estaba, dio un salto, se cayó y se levantó con el brazo en alto...casi debajo de la pizarra eléctrica que estaba colocada por aquel rumbo. 

Se había consumado el out 27 y ganaba el Aguila 4-3.  

Una extraña coincidencia. Los cuatro turnos que tuve en ese juego, fueron cuatro outs consumados por el mismo jugador, Asdrúbal Baró, en el centro fielder.  

Me lo encontré en la Parroquia después del juego y ahí estaba sonriendo con un grupo de amigos.  

Me vio, se levantó, me saludo y dijo:  

“Sabes, Ronnie, tal vez entramos a los records con esas actuaciones anoche; ya me traías cansado y que curioso es el beisbol, hice los cuatro outs de tus batazos, “tinto en sangre”. 

Y rápido, le contesté: 

 “Tu venías en tu noche y yo que me sentía fuerte, ya ves me fui de 4-0 y un montón de mentadas de madre del público”. 

Asdrúbal fue  un ejemplo para muchos que andaban en la liga en aquellos años. 

Ya para terminar, les diré que conocí a otro jugador cubano con las mismas apariencias. Se llama Daniel Morejón y jugaba conmigo en Puebla. 

Tambien era puro corazón y se “fajaba”. Llegó llegó de AAA y lo trajo Tony Castaño, nuestro manager en ese año”. 

Sus números fuera de México 

El amigo Rogelio Marrero, el nieto del ilustre Conrado Marrero, “El Guajiro de El Laberinto”, me envió los siguientes numeritos de Asdrúbal: 

En la Liga Profesional Cubana acumuló .248 en la temporada de 1951-1952. En Series del Caribe, .148 (Almendares, 1954); también jugó las del  57 y 58, con Marianao). Con los Cubans Sugar Kings, .289. (1954-56)”.

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