Editorial Guajiro
2017: Un
año perdido para Dorados
Ha concluido una temporada más para los
Dorados de Chihuahua, a diferencia de las demás esta se puede
catalogar como un auténtico fracaso.
El representativo de la II Zona fue
considerado como favorito por la calidad de peloteros que militaron
con el equipo además de la cantidad de patrocinadores que apoyaron al
equipo de Chihuahua, desafortunadamente desde la primera jornada se
dio una señal de que la campaña para los Dorados no sería fácil.
Que fue lo que ocurrió con los Dorados en
este 2017?
Mala decisión en la asignación del manager
Hubo muchos detalles que fueron
determinantes en el actuar del equipo, uno de ellos fue el aferrarse a
la llegada de Mario Mendoza al mando del equipo de Dorados el cual
desde un inicio fue una muy mala idea, ya que el ex – mlb pese a que
fue pelotero de Dorados hasta 1969 desconocía la Liga. Al final “El
Coruco” por motivos de salud declinó su participación y por intentar
darle un seguimiento al equipo optaron por Alejandro Bobadilla…
…Desafortunadamente Alejandro Bobadilla no
tuvo buen desempeño y fue cesado durante el desarrollo de la jornada
3. El problema de la directiva fue el no haber convencido a Pablo
Tamez para que tomara el mando del equipo y buscar corregir el rumbo…
…En 1996 Hugo Radovich tomó al equipo de
Dorados gracias a que fue el manager campeón de la Liga Municipal con
Prepa Allende. Al finalizar la jornada 3, Dorados no estaba con buenos
números, por lo que el Profe Jorge Ortiz decide nombrar a José Luis
“La Ballena” Zubía que fue sub-campeón con Talentos Deportivos.
Dorados llegó hasta la final perdiendo con Indios de Cd. Juárez.
Exceso de confianza.
La directiva de Dorados confió demasiado
con un patrocinador que en los últimos años está metido de lleno en el
deporte como lo es Presidencia Municipal, incluso presumieron de un
apoyo millonario que les daría una tranquilidad financiera al tal
grado de que la nómina del equipo ya quedaría solventada. Al final,
vacíos legales y puntos no aclarados con claridad provocaron un
rompimiento y con ello se retiró el patrocinio, provocando
incertidumbre en el seno del equipo.
También se confió demasiado en los
peloteros que integraron a los Dorados a tal grado de que se presentó
un estado de relajación total, con ello la disciplina, el trabajo y la
presión por hacer bien las cosas se perdieron, intentando reaccionar
cuando la causa ya estaba perdida. Una cosa es el respeto hacia los
peloteros y otra es hacerse amigos de los peloteros, tristemente en
este beisbol se necesita respeto para que los resultados puedan
lograrse.
En lo personal esto es lo que sucedió con
el equipo de Chihuahua.
A partir de este momento inicia la
temporada 2018 para la II Zona y deben iniciar con un gran análisis de
lo que sucedió con el equipo en todos sus puntos.
Uno de ellos muy claro es el que Chihuahua
mostró en la serie Vs. Rojos con un equipo con peloteros jóvenes
locales, que en un futuro y con trabajo serio pueden armar un equipo
competitivo. Solo falta en la II Zona entrenadores con experiencia y
disciplina que sepan trabajar con el talento humano con disciplina
bien apoyados por la directiva.
El mensaje es claro: Nadie es
indispensable. Aquel pelotero que quiera ser parte de Dorados debe
ganarse su lugar por desempeño en el torneo regional, no por
jerarquías, no porque vienen de un estado beisbolero, no porque tienen
finta de peloteros, no por compadrazgos o experiencia de juego en el
estatal. El foráneo que realmente quiera jugar en el estatal debe
jugar en buena parte del regional, no solo marcar y regresar ya como
pelotero de estatal, pero desafortunadamente este tipo de errores son
permitidos por los mismos directivos de todas las zonas.
A los peloteros que van a formar parte de
los Dorados de Chihuahua deben firmar un contrato donde se especifique
sus derechos y obligaciones. También y como forma de presionarlos a
obtener buenos resultados, se les deben pagar por desempeño en el
campo. Desafortunadamente la afición paga boleto por ver equipos
ganadores, es falso que llenen un estadio cuando el equipo esté en los
últimos lugares sin posibilidad de calificar.
Y por último, la II Zona debe ser manejada
por un patronato el cual se dedique a trabajar y darle seguimiento a
un proyecto en corto-mediano-largo plazo para hacer de los Dorados un
equipo rentable, buscar patrocinadores, hacer mejoras en el estadio
para que la afición se sienta cómoda y con ganas de regresar a un
partido de beisbol, además de que en lo deportivo la II Zona pueda ser
competitivo buscando renovar el plantel justo a tiempo. La única
relación que debe existir con Municipio o Gobierno del Estado pagando
es pagando impuestos y servicios. El beisbol debe ser manejado
administrativamente por gente emprendedora con nociones en negocios y
conocimientos plenos del beisbol.
Si el beisbol fuera fácil, cualquiera lo
haría. La realidad es que se requiere de mucho trabajo y tiempo para
que los resultados se puedan presentar, y esto representa mucho dinero
para mantener un proyecto.
Así las cosas.
Sus comentarios los recibo en
lectores@out27.com
Out
27!, se acabó el partido y esta columna También! |